El 13 de septiembre de 1847, Los niños héroes de Chapultepec nos dieron una lección de patriotismo, orgullo, valentía y dignidad, al confrontar al invasor norteamericano y resguardar el castillo de Chapultepec, que también se utilizaba como parte del Colegio Militar mexicano.
Ese día el ejército norteamericano entró a la ciudad de México como señal de triunfo sobre el ejército mexicano, señalando su poderío. Pero también ese día, significa la resistencia férrea y heroica de los mexicanos. Chapultepec lo defendían menos de mil hombres, entre los cuales había algunos cadetes del Colegio Militar mexicano que ahí tenía su sede.
Aquel 13 de septiembre, luego de dos días de feroz bombardeo, los invasores atacaron al castillo de Chapultepec. Al pie de la rampa, y debido a su gran superioridad numérica, derrotaron al batallón activo de San Blas, muriendo el coronel Felipe Santiago Xicoténcatl y prácticamente todos sus soldados.
Los invasores Avanzaron con las banderas desplegadas hacia el Castillo, confirmando la muerte de nuestros soldados, cuando reciben un ataque no esperado por parte del último reducto de la defensa mexicana, los jóvenes cadetes del Colegio Militar.
La historia y las crónicas recogen los nombres de los seis alumnos del Colegio Militar, a quienes el pueblo mexicano por gratitud ha llamado los Niños Héroes de Chapultepec, quienes murieron enfrentando cuerpo a cuerpo a los invasores: el Sub Teniente Juan de La Barrera, los Cadetes: Francisco Márquez, Fernando Montes de Oca, Vicente Suárez, Juan Escutia y Agustín Melgar, este último de origen chihuahuense, hijo del teniente Coronel Esteban Melgar Alvarado, quien murió en el Pueblo de San Pablo, hoy ciudad Meoqui, en una estancia de supervisión al Cuartel Militar de aquella época, un 5 de septiembre del año de 1831.
¡La Patria nos necesita haciendo bien lo que nos corresponde! Visita San Pablo, hoy Ciudad Meoqui, con más de 300 años de historia.