Por Francisco González Carrasco, Cronista de Meoqui
Miguel Hidalgo y Costilla, un día como hoy, pero hace 213 años proclamó el grito de Independencia nacional y convocó a toda la población para levantarse en armas y luchar por un país libre y soberano, con oportunidades de salud, educación, empleos y la paz social que es indispensable para el desarrollo de cualquier pueblo.
Por ello es inspirador conmemorar el 213 aniversario de la gesta heroica del inicio de la guerra por la independencia nacional, un 15 de septiembre de 1810, en el pueblo de Dolores en el estado de Guanajuato.
En donde hombres y mujeres convocados por la insurgencia encabezada por Miguel Hidalgo y Costilla, quien sabía perfectamente el precio de su odisea, costo que muchos pagaron junto con él, sin titubeos enarboló el estandarte de la Virgen de Guadalupe y convocó a la lucha nacional para lograr un país libre y soberano, como corresponde a cualquier ser humano del mundo.
En esa primera etapa rápidamente tomo todas las comunidades de Guanajuato y algunas de los estados vecinos, fue tanta la presencia de voluntarios que se sumaron a la lucha que se facilitaron las cosas en cada campaña, llegando a tener un ejército de más de 50 mil hombres.
Prácticamente listos para tomar la capital de la nueva España, la ciudad de México, Hidalgo titubea debido a los miles de muertos que se registraron en las primeras batallas y se entabló una controversia entre Hidalgo y Allende, finalmente Allende cede y permite que no se tome la capital.
En ese intervalo de días, tal vez semanas, el ejército realista se reorganiza y vuelve a la batalla en contra de los insurgentes logrando imponerse sobre sus adversarios en Aculco Edo. de México, batalla que desbalanceó al ejército insurgente que decide replegarse en el estado de Jalisco, precisamente en Guadalajara, pero el ejercito realista cede en el intento de concluir con el levantamiento y los hace huir hacia el norte, con el propósito de reorganizarse.
En Acatita de Baján Coahuila, son traicionados y aprehendidos todos los insurgentes, a partir de ahí el ejercito realista divide a los insurgentes en dos partes, una de ellas seria conducida hasta el centro del país y la otra, donde iba Hidalgo, Allende, Abasolo, Aldama y otros de menor jerarquía, serían llevados hasta Chihuahua, para advertir a la población del castigo por levantarse en armas. Recorrieron, Coahuila, parte de Nuevo, león y Durango, hasta llegar al estado de Chihuahua.
La tarde del 21 de abril llegaron al Pueblo de San Pablo hoy ciudad Meoqui, donde estaba localizado el Presidio Militar, en el Camino Real entre las calles Degollado e Hidalgo, aquí permanecieron presos los días 21 y 22 de abril, tiempo en que los asearon, rasuraron y dialogaron con el único barbero de san Pablo, Don José María Altamirano, quien en aquel tiempo fue un portavoz de la comunidad donde con su admiración, amabilidad y atención a los insurgentes les manifestó el apoyo y el aliento incondicional a aquellos personajes que iban a ser enjuiciados y ejecutados.
Hoy están en la inmortalidad de la historia, tenían muchos kilómetros recorridos con cadenas y torturas, pero el rostro imperturbable de Miguel Hidalgo siempre imponía, como diciendo: ¡todo esto! ¡la patria lo vale!, en Meoqui permanecieron hasta las siete de la mañana, desde donde fueron arrastrados para continuar su viaje a San Felipe del Real de Chihuahua, en donde un 30 de julio de 1811, fueron fusilados, primero Miguel Hidalgo y después sus lugartenientes insurgentes.
Las cabezas de los insurgentes fueron cercenadas y colgadas en grandes picos y las fueron exhibiendo por todo el país hasta la Alhóndiga de Granaditas, lugar donde inició la primera batalla por la independencia nacional y donde el Pípila quemó la puerta del edificio, ahí colocaron las cabezas, en los 4 puntos cardinales, como advertencia.
Esos hechos enardecieron al pueblo y a partir de ese momento la lucha continuó con guerrillas y nuevos insurgentes y al paso del tiempo, la Independencia nacional se consumó un 27 de septiembre de 1821, pero vale la pena como mexicanos, reconocer el valor, la entrega de la vida a la causa por un país y sus habitantes, para gozar de la libertad y de todos los beneficios que, como hombres y mujeres, mexicanos libres, tenemos derecho.
¡Viva México! ¡Viva Hidalgo! ¡Viva la Independencia Nacional!